viernes, 9 de octubre de 2015

La primera organización interestatal del mundo

En 2015 se está conmemorando el bicentenario de la Comisión Central para la Navegación del Rin (CCNR) [Zentralkommission für die Rheinschifffahrt (en alemán), Commission Centrale pour la Navigation du Rhin (en francés) o Centrale Commissie voor de Rijnvaart (en neerlandés)] que se constituyó el 24 de marzo de 1815 como apéndice 16 B del documento que se firmó en el Congreso de Viena, cuando las potencias europeas se reunieron en la capital austriaca para reestablecer el orden en el Viejo Continente tras la derrota de Napoleón. Su origen decimonónico convierte a la CCNR en la organización intergubernamental más antigua del mundo. Hoy en día, la Comisión está integrada por los cinco países ribereños (Suiza, Francia, Alemania, Bélgica y los Países Bajos) y tiene su sede en el “Palacio del Rin”, un edificio neoclásico situado en la capital alsaciana, Estrasburgo, que albergó a los emperadores alemanes cuando esta región francesa perteneció al imperio germano. De su objetivo inicial –garantizar la libertad de navegación por sus aguas fluviales– se ha dado paso a otros fines más amplios, como fomentar la prosperidad no solo de esta cuenca hidrográfica sino de toda Europa, incrementando las medidas de seguridad y contribuyendo a la mejora del medioambiente. Su primera reglamentación se adoptó en Maguncia, el 31 de marzo de 1831, y se fortaleció con el denominado Documento de Mannheim, de 17 de octubre de 1868, considerado el precursor de la actual libertad de circulación de mercancías que caracteriza a la Unión Europea. Esta Convención se revisó el 20 de noviembre de 1963 y, desde entonces, se ha modificado mediante siete protocolos adicionales.

Según el profesor Remiro Brotóns, las primeras organizaciones interestatales, en tanto que entidades dotadas ya de un sistema de órganos permanentes y de voluntad autónoma, aparecen históricamente por la necesidad de cooperar en la gestión de ciertos espacios naturales y en ámbitos científicos técnicos abiertos a la actividad humana por la segunda revolución industrial. Se trataba en un primer momento de Comisiones Fluviales, destinadas a regular el ejercicio de la libre navegación por los ríos internacionales proclamada en el [mencionado] Congreso de Viena [REMIRO BROTÓNS, A (Dtor). Derecho Internacional. Madrid: McGraw Hill, 1997, p. 139]. Tras el río Rin llegaría la Comisión Europea del Danubio creada por el Tratado de Paz de París de 1856.
   
El segundo lugar de esta peculiar clasificación lo ostenta la parte científico-técnica: la Unión Telegráfica Internacional se fundó en París (Francia) el 17 de mayo de 1865 [en 1932 adoptó su nombre actual -Unión Internacional de Telecomunicaciones - y en 1947 se convirtió en uno de los quince organismos especializados de las Naciones Unidas]. Este primer convenio internacional creó un marco destinado a normalizar los equipos telegráficos, definir instrucciones de explotación uniformes y determinar reglas internacionales comunes de tarificación y contabilidad (*).

A continuación se estableció la Unión Postal Universal, el 9 de octubre de 1874 –bajo la denominación de Unión General de Correos– cuando veintidós naciones aprobaron el Tratado de Berna, gracias a la iniciativa de un oficial de correos alemán llamado Heinrich von Stephan, derribando los muros de los ordenamientos nacionales para establecer una normativa postal internacional común que desarrollase la comunicación entre los pueblos, creando un solo territorio postal para el cambio recíproco de los envíos de correspondencia, como señala el Art. 1 del vigente Acuerdo sobre Constitución de la Unión Postal Universal, hecho en Viena el 10 de julio de 1964.

Y, por citar un tercer ejemplo, la Oficina Central de Transportes Internacionales por Ferrocarril (OCTI), creada también en la capital helvética el 14 de octubre de 1890.

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